LOS HERALDOS NEGROS
Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé.
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... Yo no sé.
Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre... Pobre... pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como un charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes ... Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... Yo no sé.
Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre... Pobre... pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como un charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes ... Yo no sé!
César Vallejo
ACTIVIDAD
1.
Lee con atención el poema.
2.
Identifica de qué trata.
3.
Establece cuál es el tema o idea que desea comunicar
el poeta.
4.
Cuál es el tono que se mantiene en el texto:
euforia, desolación, ira, nostalgia.
5.
Reconoce la presentación formal del texto: número de
estrofas, número y distribución de los versos en cada estrofa.
6.
Identifica los recursos mediante los que logra
ahondar en la expresión del sentimiento.
7.
Relaciona este poema con el mundo moderno.
8.
Con la información recolectada realiza un comentario
literario de no menos de una página.
BORGES Y YO
Al otro, a Borges, es a quien le
ocurren las cosas. Yo camino por Buenos Aires y me demoro, acaso ya
mecánicamente, para mirar el arco de un zaguán y la puerta cancel; de Borges
tengo noticias por el correo y veo su nombre en una terna de profesores o en un
diccionario biográfico. Me gustan los relojes de arena, los mapas, la
tipografía del siglo XVIII, las etimologías, el sabor del café y la prosa de
Stevenson; el otro comparte esas preferencias, pero de un modo vanidoso que las
convierte en atributos de un actor. Sería exagerado afirmar que nuestra
relación es hostil; yo vivo, yo me dejo vivir, para que Borges pueda tramar su
literatura y esa literatura me justifica. Nada me cuesta confesar que ha
logrado ciertas páginas válidas, pero esas páginas no me pueden salvar, quizá
porque lo bueno ya no es de nadie, ni siquiera del otro, sino del lenguaje o la
tradición. Por lo demás, yo estoy destinado a perderme, definitivamente, y sólo
algún instante de mi podrá sobrevivir en el otro. Poco a poco voy cediéndole
todo, aunque me consta su perversa costumbre de falsear y magnificar. Spinoza
entendió que todas las cosas quieren perseverar en su ser; la piedra
eternamente quiere ser piedra y el tigre un tigre. Yo he de quedar en Borges,
no en mí (si es que alguien soy), pero me reconozco menos en sus libros que en
muchos otros o que en el laborioso rasgueo de una guitarra. Hace años yo traté
de librarme de él y pasé de las mitologías del arrabal a los juegos con el
tiempo y con lo infinito, pero esos juegos son de Borges ahora y tendré que
idear otras cosas. Así mi vida es una fuga y todo lo pierdo y todo es del
olvido, o del otro.
No sé cuál de los dos escribe esta página.
Jorge Luis Borges
ACTIVIDAD
1. En el texto
de Borges, un “yo” admite frente al “otro” que
a.
Sus gustos y preferencias difieren cada vez más.
b.
La fama del “otro” le produce envidia.
c.
Él le ha ido usurpando su existencia.
d.
Es un autor mediocre sin una obra imperecedera.
2. De acuerdo
con el texto se puede afirmar que el “yo” comparte con el “otro”, distintos
atributos:
a.
Su apariencia y gestos.
b.
Su origen de clase.
c.
Sus gustos y opiniones.
d.
Sus convicciones políticas.
3. El cuento
de Borges y yo se puede clasificar como un cuento:
a.
Modernista, porque plantea un lenguaje preciosista y
engolado.
b.
Vanguardista, porque pone en cuestión la presencia
del “yo” como ente unificado.
c.
Romántico, porque hace una exaltación del “yo”
artístico.
d.
Costumbrista, porque describe los usos de una
comunidad.